Es preciso identificar y analizar todos aquellos peligros a los que estamos expuestos en nuestro qué hacer diario, estableciendo de ésta manera un orden de prioridades que nos permita minimizar sus consecuencias.

El seguro debe de considerarse como una de las pocas garantías (por no decir la única) posibles, ante las consecuencias de los riesgos incontrolables, pero predecibles.

Es conveniente pues, establecer una estratégia de previsión que nos ayude a diseñar un plan de protección personal, que nos permita afrontar el futuro con tranquilidad y optimismo y que a nuestro entender debería de seguir el siguiente orden de prioridades.

Seguros que protejan los ingresos:
Accidentes / Enfermedad / Reitrada de Carné / Vida

Seguros que protejan el patrimonio:
Automóvil / Caravanas / Comercio / Comunidad de Propietarios
Embarcación de Recreo / Hogar / Protección de Alquileres

Seguros que ayuden a prevenir el futuro:
Dependencia / Plan Individual de Ahorro Sistemático / Plan de Jubilación / Plan de Previsión Asegurado / Seguro Garantizado de Ahorro

Seguros para alcanzar servicios de alta prestación:
Salud / Viajes

Seguros que protejan las actividades de ocio:
Caravanas / Ciclismo / Embarcaciones de Recreo / Esquí / Viajes